Aprendiendo de los Secundarios.

En un nuevo ciclo de luchas populares acaecido en nuestro territorio nacional, los estudiantes secundarios continúan dándonos lecciones de cómo se debe avanzar.
En contraste con los primeros estallidos de demandas por una educación de calidad, iniciada por los centros de alumnos, liderados por dirigentes que adherian a diferentes lineas partidarias que vinieron a poner en la Agenda del Gobierno (instancia que no contemplaba la educación en los términos luego exigidos) el tema de una Educación de Calidad, hoy día, al Gobierno y a los medios de información responsables, se les hace dificil identificar una tendencia partidaria dentro de las asambleas secundarias y dentro del Movimiento Secundario en general.
Los secundarios han aprendido que el movimiento debe necesariamente sostenerse en las asambleas, desde donde se eligen casí bimensualmente a las vocerías, imprimiendo en el proceso una constante renovacion de personalidades y, de paso, evitando la creacion de un par de personalidades que cargen con el protagonismo, contrario a las costumbres partidarias que levantan y promueven líderes caudillos (naturales o no) para conseguir logros orgánicos...llámeseles puestos y/o cargos.
Esto habla de una nueva línea de líderes y clase dirigente del día de mañana que no traen consigo el peso de una orgánica partidaria que los haya formado de determinada manera y bajo principios precisados. Por el contrario, estos jóvenes han comprendido que la construcción no pasa por la adhesión a los partidos tradicionales y sus lineamientos, por muy nobles que estos se muestren, sino que se sostiene en la relación estrecha con los demás estudiantes y los demás sectores sociales: trabajadores en general.
Lo que debemos rescatar de nuestros estudiantes es su nueva dinámica, para nada espontánea (como lo acusan cientos de partidarios...eso, por que ellos no dirigen el proceso), su capacidad resolutiva, su compromiso y su creatividad. Como ciudadanos debemos aprender que las soluciones no recaen en las estructuras partidarias, por el contrario, vienen de una concreta organización en función a las Demandas Básicas, donde el encuentro con los pares, con los demás pobladores, la discusión de cómo conseguir en conjunto dar respuesta a nuestros problemas, hará de los proceso nuevo que vivimos hoy día, un tránsito a la construcción de un modo de trabajar nuevo y un Movimiento del Pueblo, donde no haya cabida a los partidos tradicionales.